El campo magnético de la Tierra tiene una curiosa “abolladura”, una anomalía que se sitúa en el hemisferio sur, sobre un área comprendida entre Sudamérica y el Atlántico sur. Esta anomalía genera quebraderos de cabeza a los responsables de los satélites que la cruzan, pero ahora sabemos que tiene también un impacto bien distinto.(Seguir leyendo…)