Periódico Hoy
Como la punta de un iceberg que permite suponer la enormidad de su parte sumergida y no visible, escandaliza por todas sus implicaciones el que un privado de libertad (pero no de andar armado) pudiera «secuestrar» al comandante y sus adjuntos de la prisión del Km 15 de Azua tras penetrar a un despacho con informalidad y demasiado confianza en sus relaciones con custodios. Desde antes de este hecho que culminó acribillando al «secuestrador» que suplicaba hablar con la prensa sobre interioridades del recinto. (Seguir leyendo…)
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